Esto causó gran enojo por parte de la gente, y empezaron a salir a la calle a protestar sobre por qué sustituir el libro por la computadora. A la marcha se añadieron carteles enunciando que los libros son mejores que esas caras computadoras que consumen demasiada energía, que se comercializan y promocionan en cada tienda, de cada ciudad, de cada país.
El tener y poseer una computadora no nos mejora la vida, en cambio, el libro nos ayuda a querer abrir la mente y a distinguir varias cosas.
Luego de varias semanas, ese pequeño grupo de personas logró promover su mensaje a muchas ciudades. Mientras tanto, las casas de tecnología, pretendían traer aún más computadoras, pero tras esta gran movilización, (que suponen que la confabularon los bibliotecarios de todas las escuelas para acarrear problemas) no pudieron cumplir con su objetivo.
La respuesta de los propietarios de la editorial fue continuar con su antiguo negocio de editar DVDs y venderlos ya que lo único que ambicionan es el dinero.
De Ignacio 7°A